SOBRE MÍ

Siempre he respetado y querido las cosas que crecen. Los colores, los aromas, los sabores y cómo el tiempo los iba desarrollando me ha parecido fascinante. Quizá me maraville de esa manera porque no conozco tecnicismos de lo que ocurre en la naturaleza, pero esa fascinación define por qué respeto todo aquello que crece con un poco de agua y sol. Un respeto que se traduce en mi manera de cocinar.

Desde que era pequeño he vivido rodeado de la tierra, de los mercados de barrio y de un producto de temporada, fresco y sabroso. Me siento afortunado en este sentido, como no. A lo largo de los años iba desarrollando un gusto, no solo por comer, sino también por aprender a cocinar imitando a mis cocineras favoritas que, aunque el fundamento era la cocina sencilla, la hacían de matrícula. Al final, eso es lo que cuenta, ¿no?

Uno se hace mayor y empieza a trazar su camino, puede que, saltando obstáculos, quemándose en el horno o dando algún que otro tumbo en el que te das cuenta de que ese camino que parecía que tenías que seguir, es el equivocado. A raíz de mi paso por el concurso MasterChef y llegar a la final de la segunda edición, fui enfocándome a algo que me hacía sentir bien: cocinar. El cómo y el cuándo ha ido variando con el tiempo.

Desde cocinas de varias Estrellas Michelin (Atrio, rest. Ramón Freixa y rest. Dani García), pasando por trabajar con multitud de empresas, ONGs, asociaciones, impartiendo cursos de cocina presenciales y escribir dos libros de cocina, hasta finalmente abrir mi propio establecimiento especializado en cocina sin gluten. Después de este recorrido y darme cuenta de cual quería que fuera mi propósito, he decidido volver a los orígenes, enseñar a cocinar desde cualquier parte del mundo con un par de clics en el ratón.

A través de esta página web y de mis redes sociales voy a transmitiros lo rico que se puede comer sin hacer muchos malabarismos, tan solo siguiendo unas pautas. Os ayudaré a volver a esa cocina que tenéis un poco olvidada, a estrenarla si os acabáis de independizar, a hacer de un guiso una fiesta, a que incluso os emocione una cebolla, a que en definitiva disfrutéis cocinando y comiendo.

¡Bienvenidos!