ARROCES Y PASTAS

Macarrones Carbonara

La pasta más fácil que harás jamás es una carbonara, pero bien hecha, sin nata, ni demás inventos que se alejan y mucho de la realidad. La salsa se hace mientras se cuece la pasta y en apenas un suspiro ya estas devorándola.

Guardad esta receta a buen recaudo para cualquier momento, ideal para cuando tenemos la agenda más apretada que un jamón de York.

INGREDIENTES

Ingredientes:

2 lonchas de guanciale que tuve la suerte de encontrar en un mercado, aunque si no encontráis podéis usar panceta curada.

90-100 g de queso parmesano

4 yemas de huevo

Una pizquita de sal

Pimienta negra recién molida a cascoporro

Una ramita de tomillo fresco

Un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra

PREPARACIÓN

  1. Pon agua a hervir con un poco de sal y déjate medida la pasta. Aproximadamente para dos personas y plato único puse 200 g, aunque puedes bajar las cantidades.

  2. Mientras hierve corta el guanciale o panceta y sofríela en el aceite con un poco de pimienta negra y el tomillo fresco. Deja que se dore.

  3. Separa las yemas de las claras de cuatro huevos a un bol amplio, añádele más pimienta y el queso parmesano. Remueve hasta que se integre todo y quede una masa espesa.

  4. Reserva un poco del agua de cocción de la pasta, échala en las yemas y escurre la pasta . Saltéala con el guanciale dorado y con el fuego apagado añade la mezcla de yemas, huevo y agua de cocción. Remover y por si sola verás como queda cremosa.

  5. Servir con un poco de parmesano rallado y ya sabes, más pimienta.

     

     

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