POSTRES Y PANES
Naranja confitada
- 20 minutos
- Fácil
Una de las cosas que nunca me ha convencido es la fruta escarchada de los roscones. O se odia o se ama y en mi caso siempre he estado en medio. Tal vez no la odiaba porque tanto azúcar te acaba enganchando y te obnubila, pero siendo objetivos, es una de esas cosas que pierden toda su esencia despues de manipularlas tanto.
Este año quise hacer mi propia fruta para compararla con la de compra y no hay una mejor que la naranja para compararla. Y el resultado le gustará incluso a los detractores de la fruta escarchada porque no llega a ser un dulce incomestible, mantiene un ligero amargor y acidez que compensa el azúcar y sobre todo la fragancia de la naranja natural.
INGREDIENTES
Una naranja de mesa grande o dos de zumo
500 ml de agua
100 g de azúcar
C.S. de agua para escaldar
1 anís estrellado, una ramita de canela o un par de clavos de olor (opcional)
PREPARACIÓN
- Pondremos al fuego un cazo con tres dedos de agua. Cuando el agua del cazo esté hirviendo echaremos la naranja cortada en lonchas de unos 3 mm de grosor. Una vez rompa el hervor de nuevo las dejaremos durante un minuto hirviendo. Posteriormente las colaremos y las dejaremos sobre el escurridor para que se templen.
- En una sartén grande echaremos los 500 ml de agua, el azúcar y el anís estrellado (si queréis ponerle algún aromático). Cuando empiece a hervir pondremos las láminas de naranja sin amontonarlas para cocerlas durante 10 minutos a fuego medio alto o hasta que el agua se hasta reducido y obtengamos un almíbar espeso. Para ver una referencia de cuando pueden estar listas, fijaos en la foto de la receta. Las burbujas del hervor son un indicativo claro del punto.
- Cuando lleguen a este punto apagamos el fuego y las retiramos a una rejilla para que escurran el almíbar y se enfríen. Para que cojan cuerpo yo las dejo un día entero, como si se orearan para que tengan una textura más firme.
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