1. Batimos en un cuenco el mascarpone con el azúcar y la vainilla hasta que quede cremoso. Incorporamos la nata y seguir batiendo hasta que las varillas dejen marcas en la crema. Reservamos en la nevera.
2. Hacemos el café al que le añadimos el licor o el vino dulce. Hay gente que lo suele endulzar, pero la receta ya lleva bastante azúcar. Preparamos los recipientes para montar el tiramisú; yo en este caso los he elegido individuales, pero si sois muchos podéis hacerlo en uno más grande.
3. Remojamos los bizcochos o las galletas en el café y los ajustamos bien en la base para que quede bien cubierta.
4. Echamos la crema de mascarpone por encima y terminamos con un poco de cacao amargo por encima. También podemos decorar con alguna frambuesa o grosella al gusto de cada uno.

Trucos y consejos.

• Durante todo el proceso tenemos que mantener una temperatura fría, por lo que en tiempos de bastante calor es preferible tener incluso el café preparado con anterioridad para que esté frío en el momento del montaje. También el mascarpone y la nata deberán salir de la nevera justo en el momento en el que se vaya a hacer la crema.
• Después de montar el tiramisú, me gusta tenerlo una media hora como mínimo en la nevera para que la crema se asiente. De todas formas, si los ingredientes estaban bien fríos y durante el proceso se ha mantenido la temperatura se podrá tomar al momento de montarlo.
• Es un postre que se puede tener preparado la noche anterior, así que es ideal para quitarnos faena si lo queremos para alguna celebración en la que vamos a tener que cocinar mucho.